En el 38º aniversario de la presencia de las Hermanas Dominicas de la Anunciata en Filipinas, damos gracias por este camino de fe, servicio y misión. A lo largo de los años, la Congregación ha permanecido fiel a su compromiso con la educación, la justicia y la paz, llevando esperanza a quienes más la necesitan.
Este aniversario no es solo una celebración del tiempo transcurrido, sino también un testimonio del impacto de nuestra misión. En respuesta a la llamada a nuevas vocaciones, las hermanas han realizado una campaña vocacional a nivel nacional, acercándose a jóvenes de diferentes regiones del país.
Las hermanas Ana, Joyce y Joanne viajaron a Leyte, en la región de Visayas, donde compartieron el carisma de la Congregación con estudiantes y comunidades parroquiales. En Mindanao, las hermanas Jonalyn, Mila y Parla Mae visitaron parroquias y escuelas en Davao, sembrando la semilla de la vocación. Mientras tanto, en Luzón, las hermanas Joyce, Mary Ann y Thuy llegaron a la provincia de Quezón, donde participaron en encuentros parroquiales y dialogaron con jóvenes sobre la llamada a la vida religiosa.
La celebración del aniversario continuó con un momento de compartir entre las hermanas que participaron en la misión vocacional, reflexionando sobre sus experiencias y la esperanza de que su labor dé frutos. A continuación, se celebró la Eucaristía, presidida por el P. Raymond Mi, OP. El día concluyó con un encuentro fraterno, lleno de alegría y gratitud, fortaleciendo la comunión y el compromiso con la misión.
Miramos al pasado con gratitud y al futuro con renovada fe. Inspiradas en el “sí” de María en la Anunciación, seguimos respondiendo con generosidad al llamado de llevar luz, esperanza y transformación al mundo.
Hna. Analiza, OP