San Carlos City, Pangasinan – Bajo un cielo despejado que trajo alivio tras los recientes tifones, la Hermana Jonalyn Garcia Vinluan, OP, natural de Malasiqui (Pangasinan-Filipinas), emitió con alegría sus Votos Perpetuos el pasado sábado, 26 de julio de 2025, en la parroquia de San Juan Pablo II. La celebración eucarística fue presidida por Mons. Socrates Villegas, arzobispo de Lingayen-Dagupan, y concelebrada por los PP. Gregory Zhang OP, Mark Jayson Pascua y Voltaire Ocampo.
Sus votos fueron recibidos por la Hna. Ma. Rosa Masramon Bigas, Priora Provincial de las Hermanas Dominicas de la Anunciata.
En un momento especialmente significativo del rito, al ser preguntada: “¿Qué pides a Dios y a la Iglesia?”, la Hna. Jonalyn respondió con sencillez y profundidad: “La misericordia de Dios y la vuestra”. Con estas palabras, renovadas por generaciones de consagradas, expresó su total disponibilidad para vivir enteramente para Dios. Su sí definitivo fue un testimonio luminoso de fidelidad, alegría y entrega, no solo para su congregación, sino también para la Iglesia y la sociedad.
La celebración fue especialmente entrañable por la presencia fraterna y cercana de numerosas hermanas de la Congregación, llegadas de distintas comunidades de Asia, que quisieron acompañar y compartir este momento de gracia. También estuvieron presentes su madre y hermanos, así como familias y estudiantes del Colegio Anunciata, feligreses de la parroquia donde la hermana realiza su misión, y amistades cercanas de la comunidad.
Se agradece también la participación de los seminaristas de la diócesis y de los monaguillos de la parroquia, que sirvieron con dedicación, guiados por el P. Jofer Fernandez.
La Profesión Perpetua marca el compromiso definitivo de una religiosa con Cristo, mediante los votos de castidad, pobreza y obediencia, vividos en comunidad. Es una respuesta radical al amor de Dios, una vida ofrecida como signo profético del Reino.
La entrega gozosa de la Hna. Jonalyn recuerda que Dios sigue llamando y que aún hay corazones capaces de responder con generosidad, confianza y alegría.
Que su testimonio anime a otros a abrirse al plan de Dios y a seguirle con todo el corazón.
Hna. Ana Gazilos, OP