Celebrando los 150 años de su Pascua
Pangasinán – Colegio Anunciata | 2 de abril de 2025
El pasado 2 de abril de 2025, la comunidad educativa y sus colaboradores se unieron en el Colegio Anunciata, para conmemorar el 150º aniversario de la Pascua de San Francisco Coll, hombre de fe inquebrantable, servidor incansable y con una esperanza sin límites. Bajo el lema “Padre Coll: Peregrino y Profeta de la Esperanza”, la jornada fue un momento de profunda reflexión, oración y celebración de su vida y de la huella imborrable que ha dejado en nuestra fe y comunidad.
Un homenaje a través de la fe y el arte
San Francisco Coll dedicó su vida a anunciar el Evangelio y a servir a los demás, especialmente mediante la educación y la predicación. En honor a su legado, el Colegio Anunciata organizó una serie de actividades que reflejan su pasión por el aprendizaje y la evangelización.
Entre ellas destacaron un concurso sobre su vida y enseñanzas, que invitó a los participantes a profundizar en su figura, así como una presentación coral que revivió sus palabras y misión con fuerza y emoción. Además, una exposición de pintura y recitales de poesía permitieron a los estudiantes expresar con creatividad su admiración por nuestro fundador.
Bendición del Jardín de Oración Padre Coll
Uno de los momentos más entrañables fue la bendición del Jardín de Oración Padre Coll, un espacio sagrado que permanecerá como tributo vivo a su vida de oración y contemplación. Este jardín se convertirá en un lugar de recogimiento y renovación espiritual, donde poder encontrar, como él lo hacía, la fuerza en la oración y en la intimidad con Dios.
Una comunidad unida en la celebración
La jornada concluyó con una comida fraterna compartida con el personal, símbolo de comunión y fraternidad. Como el Padre Coll, que vivía su misión también en lo cotidiano y en el encuentro con los demás, este gesto recordó la importancia de caminar juntos, apoyándonos como comunidad creyente.
Vivir hoy su legado
Al conmemorar los 150 años de la Pascua de San Francisco Coll, no solo miramos hacia el pasado, sino que renovamos nuestro compromiso de vivir su legado con esperanza, entrega y fe. Que su ejemplo nos inspire cada día a ser testigos valientes del Evangelio, como él lo fue, y a convertirnos en peregrinos de fe, profetas de esperanza y portadores del amor de Dios.
— Hna. Eden Pazzibungan, OP
